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Sevilla, el principio de esta aventura...

  • Foto del escritor: Guillermo Sierra Berumen
    Guillermo Sierra Berumen
  • 27 oct 2024
  • 2 Min. de lectura

Palacio Arzobispal en Sevilla
Palacio Arzobispal en Sevilla

Madera de virgen comienza en Sevilla, y reconozco con vergüenza que al escribir la novela recordaba muy poco de esta bellísima ciudad que no había visitado desde adolescente. Agradezco al mundo digital que me permitió investigar algunas de las cosas que ahí se narran pero hoy, que escribo estas líneas desde una pequeña taberna a unos pasos de la Giralda, me doy cuenta que de haber podido venir antes habría incorporado mucho más a la ciudad en la historia.


Estoy en España para la presentación del libro en Madrid y, a sugerencia de mi querido amigo Max Vaccaro, decidí pasar el fin de semana en Sevilla. Debo confesar que en los últimos dos días la novela ha cobrado nueva vida en mi mente. Los lugares que imaginé existen y son mucho más bellos que lo que hubiera podido describir. Sevilla tiene una magia y un encanto que es muy dificil de narrar. Me he quedado un poco enamorado.


A un costado de catedral me encontré con el Palacio Arzobispal donde, en la novela, Rodrigo habría conocido a Úrsula (sin saber que ella también lo habría conocido a él). Ahora sé que cometí un error histórico importante. En 1526, Sevilla tenía arzobispo y en la novela yo lo llamo erróneamente obispo. Quede aquí la fe de erratas, pero que conste también que en la introducción advertía que no se trata de una novela histórica y que hay muchos errores, y seguramente horrores, que surgen al darle vuelo a la imaginación sin demasiado apego a la realidad.


Al recorrer las hermosas calles aparecen cientos de casas señoriales como seguramente habría podido ser la residencia de los Lope de Orbaneja si hubieran existido. Incluso, al visitar la hermosa catedral recordé como, en la novela, algunas personas se ponían de pie cuando el abuelo de Rodrigo entraba los domingos para escuchar misa.


No hay que caminar demasiado para encontrar algunas tiendas que venden objetos litúrgicos e imágenes religiosas. No sería difícil imaginar que en 1526 los Bejarano, de haber existido, habrían tenido su taller por ahí.


Visité con especial interés la Real Parroquia de Santa María Magdalena que hoy ocupa parte del predio de lo que fue el convento de San Juan, sede de la Santa inquisición y en donde ocurren hechos fundamentales en la novela. Seguramente en alguna de sus calles laterales habría podido estar ubicada la puerta, ¡la maldita puerta!, cuya memoria abre el libro.


Recorrí también las estrechas calles del hoy barrio Santa Cruz, que en su momento fue la llamada Judería, en donde seguramente la familia de Sara habría hecho su vida en una comunidad limitada y perseguida.


Hice un breve recorrido por el río Guadalquivir y, para mi sorpresa, me encontré una versión a escala de lo que habría sido un galeón español como el que podría haber llevado a Rodrigo en su aventura hasta el otro lado del mar.


Agradezco mucho la oportunidad de estar aquí y haber aprendido tanto. Ahora que comienzo a esbozar las primeras páginas de lo que será la segunda entrega de Madera de virgen, me ilusiona mucho el poder incorporar más de esta bella ciudad que tiene una influencia fundamental en la historia de España y por ende de mi querido México.

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Información:

N° de páginas 436

ISBN: 9788410051768

Categoría THEMA: Narrativa romántica histórica

SKU: D00317710

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